De todas las personas, los niños son las más imaginativas, se entregan sin reservas a todas las ilusiones. Eso es lo que hicieron Andy y Aranza el día que hicimos la sesión de fotos en el jardín de su casa, en Tenerife. Tienen raíces de un país con mucho arraigo como Cuba y por eso no podían faltar esos pequeños detalles de su tierra. Y es que como niños que son, transmiten lo que muchos vamos olvidando, la ternura, el cariño, la dulzura, la alegría, la inocencia, la picardía, todo en su más pura esencia. Verdaderamente, pasamos una tarde muy especial.
Espero que les guste.