
Hay días en los que estas más despierto, en los que no necesitas casi ni pensar, esos días en los que la inspiración se respira con olor a sal. En ésta, fue uno de esos días en los que todo sale. Con Lore y Dani he hecho muchas sesiones, por eso se nota no solo en las fotos, sino en nosotros. No necesitamos hablarnos para saber cómo estamos, no necesito decirles qué hacer, ni nada por el estilo. Ellos son así, tal y como se muestran ante la cámara. Van a su rollo y eso hace que parezca no solo natural, sino divertido. Querían ir a la playa de Benijo, en la cordillera de Anaga, y aunque es un lugar donde voy varias veces al año para sesiones de preboda, bodas, etc… Es un lugar mágico. Inspirador. Lleno de energía, que hace que todo fluya desde que desciendes por sus escaleras de piedra. No me cansaré de ir, no solo a hacer fotos, sino para evadirme, desconectar y respirar mar. Me hace mucha falta.
Les dejo con el post. Es un poco largo, pero creo que cada imagen te lleva a la otra, de manera que la historia de ese día cobre sentido y habla por si sola. Así lo veo yo… Espero que les guste.